José María

DSC_0480Me siento atrapado por los asados, por la clásica cocina de Castilla, la de horno de leña de toda la vida. Imagino que irá en los genes, ya que mi familia procede de Aguilafuente (Segovia), en plena Tierra de Pinares. El lechazo, el cochinillo, los borrachitos o el ponche segoviano forman parte de los sabores de mi infancia, de esa patria perdida del hombre que llamó Rilke.

Debe ser por eso que disfruto de un modo especial con este tipo de cocina. Y uno de sus representantes principales en Segovia es José María, restaurante que lleva desde 1982 ofreciendo los platos más representativos del recetario popular castellano. Un lugar de peregrinaje esencial en la ruta restauradora de la ciudad del Acueducto.

Una amplia barra destinada al tapeo saluda al visitante en José María. Un buen lugar para tomar un trago de vino y un chorizo de olla de Cantimpalos antes de acceder a alguno de los cinco amplios salones de que dispone el restaurante. José María siempre tiene colas de gente para comer, así que conviene reservar previamente.

No tiene secretos su cocina, aunque sí es cierto que con el paso del tiempo ha introducido algún guiño a la modernidad. A José María se sabe a qué se viene, a disfrutar de una comida clásica, sin artificios, en un entorno típico de comedor castellano. A que la experiencia resulte gratificante, ayuda la puesta en escena de todo su personal, atento y profesional.

La carta es amplia. No hay margen para el error, en cualquier caso. A mí en José María me gusta pedir lo de toda la vida, lo que ha dado fama a la cocina de Segovia, así que no suelo salir de los judiones de la Granja y de la sopa castellana, elaborada con pan candeal y presentada en cazuela de barro.

Con los segundos tampoco suelo tener dudas, aunque su carta de pescados resulta muy atractiva para aquellos que no sean demasiado carnívoros. Siempre que voy a José María pido un asado, con preferencia por el cochinillo, la especialidad de la casa. Tanto el cochinillo como el cordero se preparan en horno de leña.

Los postres tampoco pasan desapercibidos en José María. La oferta para golosos es amplia, pero también en ese sentido soy un clásico: me quedo con el ponche segoviano.

El restaurante le da mucha importancia a su carta de vinos, con presencia de un buen número de etiquetas tanto nacionales como de importación. José María dispone de la Bodega Pago de Carraovejas en Peñafiel (Valladolid), en la que produce su propio vino. No se equivocarán con él.

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Más info: www.restaurantejosemaria.com
Dirección: Cronista Lecea, 11, 40001 Segovia
Teléfono: 921 46 11 11
Email: reservas@restaurantejosemaria.com

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