Vivimos tiempos duros. La gastronomía tampoco se salva de la quema, pero salir a comer o cenar no deja de ser un buen refugio para cambiar de chip en estos tiempos tan prosaicos. Y si tenemos que elegir, mejor no tirar una moneda al aire y equivocarnos a la hora de hacerlo. Betelu es un lugar en el que acertaremos seguro. Lejos de las grandes arterias madrileñas y de las calles de moda, este restaurante lleva mucho tiempo acaparando la atención de las guías de gastronomía. Se trata de una dirección para iniciados y para clientes de toda la vida, gente que busca en sus fogones saber culinario y calidad en el producto.
Betelu responde al recetario clásico vasco-navarro y lleva varios lustros apostando por platos tradicionales, elaborados con exquisitez y sin artificios. Una cocina clásica que jamás defrauda en un ambiente, por lo demás, amable y cálido. No en vano Betelu es un negocio familiar en el que Antonio, su fundador, sigue al pie del cañón, y sus hijos, Iñaki, en la cocina, y Ana y José, en la sala, le acompañan. Todo ello habla de una continuidad en la dirección, de un negocio engrasado, sin vaivenes de ningún tipo.
Aquí se viene a comer lo que se ha convertido en religión en los últimos veinte años, como esas alubias de Tolosa que el patrón, Antonio, bautizó como de “chocolate”. Y platos como el panaché de verduras u otros de temporada como los espárragos frescos de Navarra. Los excelentes pimientos de piquillo rellenos de merluza y la chistorra también forman parte de los platos más tradicionales.
La tendencia norteña del restaurante se observa en la amplia carta de pescados, todos ellos de enorme calidad y tratados con cariño en su elaboración. Los chipirones rellenos en su tinta son una opción atractiva, plenos de sabor y que denotan la profesionalidad de esta cocina. En el apartado de pescados conviene detenerse un minuto antes de elegir: merluza a la plancha, a la romana, a la vasca, al pil pil, kokotxas, rape, besugo a la espalda y un largo etcétera. El apartado carnívoro no es tan amplio, pero la calidad de las piezas de solomillo y entrecote está garantizada.
Tanto si uno es goloso como si no lo es tanto, no conviene perderse los postres. En Betelu tienen gran fama sus torrijas y su leche frita, pero también resulta exquisito el arroz con leche y el flan de huevo. Leche recién traída de Betelu, el pueblo navarro que da nombre al restaurante, explica la ejemplaridad de los sabores.
Buena bodega con numerosas referencias de Rioja y Ribera del Duero y apartado especial para los destilados. Además de la carta, Betelu cuenta con diversos menús degustación.
Más info: www.restaurantebetelu.es
Dirección: Florencio Llorente 27, Madrid 28027
Teléfono: 91 326 50 87
Email: betelu@restaurantebetelu.es