Hace un par de meses estuve de visita en Milán. Siempre que he ido a Italia he comido bien y recuerdo particularmente haber acertado siempre con los restaurantes que he elegido. El secreto en lugares así es buscar sitios poco transitados por el turismo. Esto vale casi para cualquier lugar del mundo. Es una receta infalible cuando uno está de viaje. Lo mismo me ha pasado en otras ciudades, como Roma o París. En Milán hay mucho buen restaurante en los barrios, como Rendez Vous, Al Vecchio Aratro o el impagable Da Ilia, cerca del parque del legendario periodista Indro Montanelli, con esa cocina a la vista y esas «mammas» que se ocupan de los comensales. Ninguno de ellos está en el bohemio barrio de Brera ni en los Navigli, donde también abundan las trattorias pero son más caras y peores.
Lo cierto es que, como aficionado a la cocina italiana, hay que decir que aquí se nos da mucho gato por liebre. Hay mucha trattoria de cartón piedra, pero también es verdad que hace años que en el foro contamos con un buen número de restaurantes que merecen mucho la pena. A veces alguno que otro son Guadianas que vienen y van, pero también los hay, caso de Don Giovanni, Casa Marco, Ouh Babbo! o ese Mercato Ballaró heredero de La Taverna Siciliana, que llevan tiempo siendo direcciones fiables. Una de ellas también es, sin duda, Anema e Core, un sitio de peregrinaje de los amantes de la cocina napolitana e incluso de ciudadanos italianos de paso por Madrid.
Anema e Core -alma y corazón en dialecto de Nápoles- es fiel a la cocina del sur de Italia. Y la puesta en escena, con ese horno de leña en la entrada, también ayuda a creérselo todo un poco más. Precisamente del horno salen unas pizzas, todas elaboradas con mozzarella de búfala, que son sobresalientes, de las mejores de Madrid. La pizza Margherita DOP es deslumbrante. No se puede hacer más con menos: masa bien fermentada, salsa de tomate, mozzarella de búfala de Campania y unas hojitas de albahaca.
Las pastas también sirven para darnos un baño de italianidad. Las frescas, claro, están elaboradas en la casa. Dario, en la sala, propietario del local, junto a su primo Salvatore, en la cocina, siempre es un buen consejero, pero no es una mala elección los paccheri napoletani, macarrones napolitanos con tomatitos, boletus y parmesano. También son muy buenos los cuori di napoli alle vongole veraci, corazones rellenos de pera y queso, con almejas y tomate.
El otro día, por ejemplo, entre los antipasti, había burrata salentina, ese queso fresco italiano que no siempre es fácil encontrar. Buenos risottos, como el amalfitana con carabineros y calabacín crujiente, y una oferta que va mucho más allá de pasta y pizzas con interesantes propuestas de carpaccios, como el di manzo al pepe nero e sale maldon (buey a la pimienta y sal maldón), además de varias carnes y pescados.
Carta de caldos transalpinos, no precisamente baratos, y cerveza Peroni, para mimetizarnos un poco más con el ambiente. Postres diversos, de lo más clásico, con el tiramisu y la panna cotta, a la pastiera napolitana o el zuccotto. Buenos helados artesanales, notable café y destilados “made in Italy”: selección de grappas, limoncello y gran amaretto.
Más info: www.anemaecore.net
Dirección: Calle de los Donados, 2, 28013 Madrid
Teléfono: 91 542 22 53
Email: info@anemaecore.net